A finales del siglo XVI en unas cuevas excavadas en el monte llamado Ilipulitano, extramuros de la ciudad de Granada, se encontraron unas láminas sepulcrales, restos humanos y unos documentos escritos en árabe sobre láminas de plomo. Son los famosos “libros plúmbeos”.
Aseguran que en este lugar sufrieron martirio los primeros evangelizadores de la Bética, entre ellos Cecilio, patrón de Granada. La ciudad se conmovió con estos descubrimientos. El monte pasó a ser considerado sagrado, Sacro Monte, y consecuentemente lugar de peregrinación. Las cruces que aún permanecen plantadas en la ladera y las famosas “siete cuestas” son la huella visible de la secular subida de los granadinos a este monte, junto al valle de Valparaíso.
D. Pedro de Castro, Arzobispo de Granada (1534-1623), comenzó a edificar la Abadía como lugar de culto cristiano para honrar a los mártires. Interpretó el hecho y los sentimientos del pueblo dando forma a esta ya pluricentaria institución. En 1610 inauguró la Iglesia Colegial y posteriormente se levantó todo el resto del complejo que va desde el siglo XVII al XIX.
Junto a la Colegiata construyó un centro para la educación de la juventud. Durante el siglo XVII fue Colegio de teólogos y juristas. Y después, a lo largo de más de un siglo, Facultad de Derecho. En la segunda mitad del siglo XX pasó a ser colegio de segunda enseñanza hasta 1975 y en la actualidad se están llevando a cabo proyectos de rehabilitación de la zona dedicada a actividades docentes y culturales.
La biblioteca de la Abadia del Sacro Monte de Granada, tiene su origen en el mismo momento de la fundación de la Abadía granadina. El fundador, al crear el seminario tridentino para la formación de jóvenes, pensó también en la formación de una biblioteca que sirviera de soporte para el conocimiento del pensamiento cristiano. Comenzó con donaciones, préstamos, regalos y legados post mortem. El mismo Don Pedro cedió a la Abadía su propia biblioteca para que constituyera el germen de la futura colección bibliográfica.
Este núcleo primigenio, estimado en unos 1.300 títulos, representa el sector más escogido y rico de todo el conjunto. En él se encuentran representadas todas las áreas del conocimiento y en distintos soportes y lenguas. El fondo de don Pedro de Castro cuenta con obras sobre música, procedimientos judiciales de primera magnitud; gramáticas caldeas, árabes; obras de medicina, matemáticas, historia, geografía, teología y un largo etc. Donó a la Abadía una gran cantidad de manuscritos en castellano, latín, griego y árabe, además de sus propias aportaciones literarias pastorales y burocráticas. Intentó aumentar sus fondos con la adquisición de otras dos bibliotecas de personajes preeminentes de la sociedad sevillana: el doctor Mármol y el maestro Serrano; bibliotecas que habían sido tasadas en 4,900 y 3,900 reales, respectivamente. Al no poderse realizar dicha compra, el total del dinero, 800 ducados, se utilizó en la adquisición de nuevos libros.
A los pocos años, en 1651, se produjo una segunda donación, que tanto en volumen como en riqueza se puede comparar con la de don Pedro de Castro. Se debe al primer abad Pedro de Ávila, entusiasta bibliófilo. La colección se estima en torno a los 700 títulos con obras tan significativas como el ” Lexicon iuris civilis ” de Antonio de Nebrija, edición de 1537: varias Biblias con sus comentarios como los publicados por Plantino en 1574 y por Arias Montano en 1571 con textos en latín, siriaco y griego; clásicos griegos, homilética, patrística, etc. Creó además un depósito de ducados para adquisición de ediciones príncipe de aquellas obras que ya existieran en la biblioteca. Después Cristóbal de Aybar, secretario de don Pedro de Castro hizo una pequeña donación de sólo trece volúmenes, pero de gran relevancia. Son doce libros árabes y un vocabulario también árabe.
Durante los siglos XVIII y XIX la biblioteca siguió enriqueciéndose gracias a las numerosas adquisiciones y a las pequeñas donaciones. Y en el último tercio del siglo XIX, en 1875, se hizo otra gran donación: el Convento san Antonio de Padua entregó a la Abadía su biblioteca, sobresaliendo en ella una excelente colección de libros cantorales.
A los pocos años, a caballo entre los siglos XIX y XX, se produjo una nueva e importante donación. El abogado y erudito antequerano don Trinidad Rojas legó al Sacro Monte toda su biblioteca con unos dos mil títulos impresos de materias como Teología, Historia, Literatura y Derecho. Además de todos los manuscritos de su prolija producción literaria.
Pero las donaciones inter-vivos y post mortem no serán las únicas formas de enriquecer sus fondos. Además de la compra de bibliotecas ya formadas, los abades y canónigos, a lo largo del tiempo, han ido aumentando el número de libros con sus bibliotecas particulares. Así aparece en las actas capitulares de las que se deduce también la importancia que el cabildo daba al nombramiento de bibliotecario
La biblioteca tiene una intención globalizadora en cuanto a materias, aunque predominan las materias propias de la institución: Teología, Patrística, Filosofía, Derecho Civil y Eclesiástico, Historia o Ciencias. En su gran mayoría se trata de manuales y estudios ensayísticos, aunque también abundan los diccionarios, comentarios y estudios críticos. Son más abundantes los impresos de los siglos XVI y XVII en lengua castellana, latina, griega, sin excluir el árabe y el francés. En la actualidad la biblioteca histórica cuenta con unos 22.000 títulos impresos.
Ya en el último tercio del siglo XX, la Biblioteca acabó convirtiéndose en una biblioteca eminentemente histórica debido a las transformaciones experimentadas en la política educativa que tuvieron graves consecuencias en el Colegio del Sacro Monte, hasta el extremo de tener que cerrar sus puertas en los años ochenta del siglo pasado.
SERGIO FAJARDO LÓPEZ
MARTA LUNA ORIHUELA
Incunables
Poseemos una colección de 60 incunables, postincunables y libros raros, entre los que se encuentran obras tan importantes como la “Vita Christi”, de Francisco Jiménez, en castellano, a dos tintas, impreso el último día de Abril de 1496, considerada como el primer libro impreso en Granada. Reseñamos también la “Historia Aetatum Mundi”, de Hartmann Schedel, conocida como la Chronica de Nüremberg, edición de 1493, que destaca por su texto, estado de conservación y profusión de láminas.
Manuscritos
Disponemos de un importante número de obras manuscritas en castellano, latín, griego y árabe.
Entre los manuscritos latinos destacan el “Tractatus ad principes” y la “Interpretatio contra iudeos” de fray Pedro Galatino.
Entre sus 132 manuscritos castellanos, poseemos obras tan significativas como un ejemplar de “Subida al Monte Carmelo” y “Cántico Espiritual” de San Juan de la Cruz, que constituyen dos espléndidos manuscritos, copias del siglo XVII, considerados muy cercanos a sus autógrafos y similares a los conservados en el convento de Carmelitas de Toledo. Según varios autores, el “Cántico Espiritual” pudo ser utilizado en algún momento por el propio autor que ilustró sus márgenes con anotaciones, aparentemente, autógrafas. Lo que sí conocemos es que ambas obras fueron regaladas por San Juan de la Cruz a don Pedro de Castro cuando asistió al concilio provincial de la calificación de las reliquias de los mártires. También se conserva una nutrida representación de manuscritos que se refieren a acontecimientos culturales, sociales y políticos de tipo local o a noticias varias sobre la ciudad de Granada, como la descripción de los lugares de la Vega y Sierra, un episcopologio, un catálogo de libros curiosos y selectos para una librería. Hasta el momento, hay catalogados 140 manuscritos castellanos y latinos, cifra que se está incrementando, pues a ellos habría que añadir manuscritos tan importantes para el funcionamiento de la Institución como los libros de alegaciones que aún no han sido estudiados o tan curiosos como la “Biblia en verso “, obra del poeta Carulla que trasladó el Antiguo y Nuevo Testamento a composición poética de discutida calidad. Este ejemplar fue ofrecido a la Abadía que lo adquirió para su biblioteca en los últimos años del siglo XIX por 400 ptas. Constituye el ejemplar más completo de los conservados pues de esta misma obra existe otro ejemplar en el Seminario Mayor granadino.
También disponemos de una colección de 22 manuscritos árabes. En cuanto a su procedencia, sabemos que 13 fueron donados por el canónigo Cristóbal de Aybar a la Abadía, y de los 8 restantes, al menos los diccionarios y algunas gramáticas, conocemos que fueron utilizados por los traductores de los libros plúmbeos. Provienen de los fondos de don Pedro de Castro. Uno de ellos, sobre derecho islámico del jurisconsulto Sadr al – Saria fue regalado por el profesor Josef Drelier al canónigo don José Martín Palma en 1974 en agradecimiento por su visita a su Universidad alemana.
La colección, aunque pequeña en número, es muy rica. Primero por su temática con obras de Gramática, Lexicología, Religión, Derecho, Historia, Matemáticas, Astrología, Cosmografía y Medicina. En segundo lugar por sus autores: Averroes, Maimónides y del matemático y astrónomo del siglo II Ptolomeo. En tercer lugar, por la rareza de varias de ellas como las “ Generalidades sobre la medicina” de Averroes, la “Medicina de Maimónides“, “El suficiente“ o “Formulario de actas notariales“ de Ibn Mugit el toledano, el “Tasrif“ o Terapéutica, del médico cordobés Azahrawi. Y finalmente, por el enorme interés paleográfico de la colección: 18 de ellos son de tipo magrebí, 3 de escritura oriental y uno impreso. De ellos van fechados once, que permiten, por sí solos, estudiar la evolución de la escritura árabe española desde el siglo XI al XVII, ya que las fechas abarcan este largo periodo. Pero don Pedro no sólo poseía gramáticas y léxicos. Entre los fondos de su biblioteca, según los inventarios de la misma, se incluían libros de medicina como el de Avicena y una cosmología de Al Qazwi – ni ( + 1283) copiada en 1585. La obra se titula “Maravillas de criaturas y cosas extrañas existentes”.
Contamos asimismo con seis manuscritos griegos. Destacan dos obras: una de “Cyrillus in Isaian“, comentario de Cirilo de Alejandría al profeta Isaías, obra en cuatro tomos. La otra obra es el manuscrito del filósofo aristotélico Alejandro Afrodisias “Comentario a la Metafísica de Aristóteles“. En ambos casos podemos conocer, gracias a los colofones, los datos fundamentales de la fecha de copia, 1554 y 1582, respectivamente, así como la identidad del copista, Juan Maurómata y Andrés Dalmacio. Ambas obras fueron encargadas por don Pedro de Castro y, posteriormente, cedidas al Sacro Monte. El resto de los manuscritos contienen obras menores desde el punto de vista literario.
De especial relevancia son también las láminas de plomo circulares ensartadas conocidas como libros plúmbeos. Escritos en árabe, contienen una mezcla de relatos cristianos e islámicos entremezclados. Fueron objeto de una encendida polémica. El Papa, en 1682, inhabilitó los libros que hoy siguen siendo materia de estudio para numerosos investigadores. Sobre los libros plúmbeos, su aparición, versión a papel, traducción, polémica y proceso, se cuentan en el archivo 113 manuscritos Después de más de más de tres siglos en la biblioteca vaticana, fueron devueltos a la Abadía el año 2000. Pueden contemplarse en el museo sacromontano en versión facsimil.
Como memoria de la vida cultual de la Abadía conservamos 103 cantorales, entre los que sobresalen los tres cantorales mandados realizar por fray Hernando de Talavera al impresor salmantino Juan Varela, considerados casi incunables por la fecha de su edición (1506-1508).
Grabados
Y, por último, contamos con una colección única de grabados del siglo XVII, sobresaliendo la plataforma de Vico, el plano más antiguo de Granada.
SERVICIOS:
La biblioteca de la Abadía del Sacro Monte ofrece los siguientes servicios:
- Consulta en sala
- Búsqueda bibliográfica
- Fondo antiguo
- Préstamo interbibliotecario
DATOS DE CONTACTO:
Para cualquier información sobre estos servicios póngase en contacto con el servicio de atención al usuario de su Centro.
SERVICIO DE ATENCIÓN AL USUARIO
Abadía del Sacro Monte | Biblioteca
Lugar Abadía del Sacro Monte s/n | 18010 GRANADA, ESPAÑA
T.: +34 958 221 445 | F.: +34 958 210 080
Contacto: Marta Luna Orihuela
mluna@abadiasacromonte.org
http://www.redbagranada.es